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¿Infiltración en la Nación Mapuche?

Juana Calfunao, una casa quemada, un muerto y otras

Juan Curixewa
Fecha: Martes 20 Julio 2004
coyamhuakifil@autonomo.com

La recopilación muestra una realidad distinta respecto de personas que se insertan en los movimientos sociales y asumen liderazgos aparentes junto al logro de jugosos acuerdos con el establishment. El caso de Juana Calfunao muestra como podemos ser fácilmente engañados. Esta es su verdadera historia

¿ Infiltración en la Nación Mapuche ? Juana Calfunao, una casa quemada, un muerto y otras extrañas circunstancias.

El extraño incendio que afectó, el pasado junio de 2004, a una casa rural en la novena región de Chile, donde se encuentra un cadáver y restos de armas disuasivas nos llevó a tomar este tema como digno de investigación. De esta surgen preguntas que, con seguridad, la investigación policial intenta dilucidar. Todos los antecedentes que se resumen a continuación pueden ser comprobados tanto en los documentos citados como en diversas fuentes de fácil ubicación cuyos relatos, a veces anónimos por razones de seguridad personal, van sumando conclusiones y coinciden en los detalles. Las citas que fundamentan buena parte del trabajo son textuales de medios de comunciación mapuches o wincas (blancos), así como de documentos oficiales. Las demás fuentes pueden ser comprobadas en el lugar de orígen. La recopilación muestra una realidad distinta respecto de personas que se insertan en los movimientos sociales y asumen liderazgos aparentes junto al logro de jugosos acuerdos con el establishment.

Iniciamos este reportaje en La Granja, en Santiago, lugar de residencia habitual de la mujer que se hizo conocida por la golpiza al entonces director nacional de CONADI y encargado del gobierno para lograr la salida de los pehuenche de Ralco, Rodrigo González. No es fácil conseguir información en la población San Gregorio de La Granja. Algunas vecinas afirman conocerla de vista aunque, bajando la voz, afirman que es conocida por los gritos que provocan sus frecuentes peleas familiares y porque a veces desaparece por semanas e incluso meses. La mayoría de los vecinos no quiere hablar con periodistas por distintos motivos. No es mucho lo que conseguimos, entendible al saber que “la San Gregorio” está calificada en informes de la policia de Carabineros, como una de las más peligrosas del país, siendo los principales delitos los de tráfico de drogas, contra la propiedad y contra las personas, entre ellos la prostitución. Son verdaderos gettos, donde no entra la policía afirman algunas investigaciones sobre seguridad ciudadana. En las sedes de las organizaciones mapuches y en Mideplan algo se dice de las continuas visitas de Juana Calfunao en las oficinas públicas, de su carácter irascible y cambiante. La Subsecretaría de Mideplan y el Programa Orígenes en Santiago pensaron al inicio de que se trataba de una auténtica dirigente mapuche e iniciaron algunas conversaciones. Para “callao” me dice una antigua dirigente mapuche poblacional: “nosotros la saludamos pero no queremos ná con ella. Pero si quiere saber más, váyase pal sur. Allá le conocen la historia...” . Empiezo a dudar de la importancia de este reportaje que no parece tener ningún dato especial. Haremos el último esfuerzo. Vamos a Cunco, comuna precordillerana de la Novena Región de Chile o de, cómo se dice allá, del territorio mapuche. Luego de un viaje feroz por un camino de ripio con baches lunares y cortes de camino debido a las últimas lluvias, llegamos a un pequeño pueblito cuyo retén de carabineros posee una vista privilegiada, el volcán Villarrica. Allí comienza la recolección de datos para la construcción de esta extraña historia. De a poco vamos haciendo confianza entre los habitantes de este paradero rural. Para ello fue necesario involucrarse en las tareas habituales del pueblo, iniciando nuestro primer diálogo con el empleado de un fundo cercano. Luego los comerciantes, que conocen a todos y porque no, los miembros de iglesias y antiguos educadores.

El relato nos impresiona de partida, ya que, aparte de varias acusaciones por intentos de asesinato y delitos menores, algunos de los cuales han sido registrados en la prensa nacional (ver Archivos de La Tercera en los ochenta, donde aparece acusada de robo en casa particular), se cuenta de varios hitos que muestran las “relaciones peligrosas” de Juana Calfunao.

¿ Dónde está Lorena Rubilar Calfunao ?

Quienes la conocen en el pueblo de Los Laureles, cuentan que su primer y único matrimonio legal con un señor winka de apellido Rubilar, termina con el marido sumido en el alcoholismo y su primera hija Lorena aún lactante, abandonada por la madre hasta cerca de los 10 años de edad. Una antigua almacenera del lugar relata que, en ese período, Calfunao viaja a la Región Metropolitana donde realiza gran parte de su vida y donde poseería una casa. Hace pocas semanas, en un céntrico lugar de Temuco, algunas personas fueron testigos de cómo uno de sus sobrinos la increpó duramente preguntando por Lorena ya que esta hija ya adolescente y “recuperada” por la madre desapareció un día. Nadie sabe de ella. Los vecinos de La Granja piensan que las continuas golpizas y humillaciones propinadas por la madre la hicieron huir. Otros entregan hipótesis más graves que vinculan directamente a la madre. No hay investigación policial al respecto. ¿Dónde está Lorena Rubilar Calfunao? ¿Por qué no hay investigación sobre su desaparición?, se preguntan en Los Laureles.
(Hace pocos años murió el marido legal . Por ello, hoy Juana Calfunao disfruta de una excelente pensión de montepío como viuda de un jubilado de Ferrocarriles de Chile. )

El suicidio no investigado de Domingo Calfunao

También hace algunos años, murió en Santiago uno de los hermanos de la mujer, el obrero Domingo Calfunao. La causa de muerte oficial fue el suicidio mediante el estrangulamiento con un cordel. Versiones que circulan en el humilde barrio de su familia hablan de que a la muerte del hombre, redes aún desconocidas se tejían en torno a él entre la hermana y la mujer del obrero. Se dice que la gran amistad de esta última con un policía de Investigaciones habría permitido terminar rápidamente con la búsqueda de la causa real de su muerte.

La dueña de la bandera del Consejo

Los primeros vínculos de la mujer en su juventud la relacionan con la Defensa Civil, grupo paramilitar dependiente del Ejército de Chile, en el que habría participado activamente. Luego comienza a recorrer algunas ciudades de la zona central como doméstica y luego como vendedora ambulante. En ese andar Calfunao se vincula con grupos de izquierda, actuando como ayudista en tareas menores tales como alimentación y correo. Luego se relaciona con Ad Mapu, una de las primeras organizaciones mapuche creadas después del golpe de estado de Pinochet y, al crearse, con el Consejo de Todas la Tierras. Allí trabaja cosiendo las banderas denominadas mapuche. Rápidamente constata el atractivo que esta provoca en los extranjeros que visitan al Consejo y da su primera gran sorpresa a Aucan Huilcamán: inscribe la bandera del Consejo en el registro de propiedad intelectual a su único y personal nombre. Este y otros hechos que la distancian de Huilcamán hacen que el Consejo no intervenga mayormente en los diversos problemas en los que se encuentra envuelta. En el mismo período conoce a uno de sus últimas parejas Antonio Cadín, ex miembro del Ejército de Chile. Los rumores sobre la vinculación de este personaje con la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE) hacen que algunos miembros del movimiento mapuche desconfíen de ella y su nueva pareja. Nada se ha demostrado sobre el particular. Según relatan con temor algunos miembros de organizaciones mapuche que no quisieron dar su nombre, lo único seguro en Cadín es su interés por todo tipo de información, aún la que pudiera parecer intrascendente y el que se cuida de caer detenido, aunque muchas veces ha estado en la planificación y operación de acciones de protesta que han llevado a otros, mapuches y winkas, a sufrir la represión policial e incluso la cárcel. Los vínculos familiares son estrechos, tanto, que como consta en las Actas del Registro Civil de Chile y en el Diario Oficial de Chile, el mayor de sus hijos ha cambiado su antiguo nombre, Carlos Manuel González Calfunao por el de Wuaikilaf Cadín Calfunao. Versiones no confirmadas sobre esta persona, que circulan entre los estudiantes mapuches de Santiago, hablan de que sería el segundo cambio de nombre que habría tenido.

Expulsando a sus familiares

Según consta en diversos informes policiales, en 1999 Juana Calfunao intenta instalarse en un terreno de la familia Paillalef en Cunco, reivindicándolo como propiedad personal a pesar de la existencia de títulos a nombre de otras personas mapuche, miembros de su mismo tronco familiar que han vivido siempre en el lugar. De acuerdo a los relatos de policías jubilados que se encontraban en servicio hasta hace poco en Los Laureles, la Presidente de la Comunidad Juan Paillalef, Adelita Estrella Paillalef fue afectada directamente por sus amenazas. Lo mismo ocurrió con otros miembros de su familia, tal como Moisés Calfunao Paillalef, hermano legítimo de la protagonista de este relato, que fue amenazado de muerte por Juana con el objeto de que se fuera de la tierra que consideraba propia a pesar de no tener ningún documento que lo acredite y a ser una más de alrededor de 10 hermanos. A pesar de reivindicar la cultura mapuche y sus normas, Juana argumenta – al más puro estilo de los llamados huincas (blancos) usurpadores - que ha comprado derechos y acciones de las herencias de algunos de sus sobrinos y que por ello tendría derecho a expulsar a los familiares en el terreno del cual son ocupantes son históricos.

Carapálida en Lumaco: dividiendo a Temulemu

Según relatos de personal de la Municipalidad de Lumaco, hacia el año 2000 Juana aparece en la comunidad de Temulemu, distante unos 200 Km. del lugar donde vive su familia. Allí se involucra en las diferencias generadas por los problemas administrativos de una propiedad comunitaria ocupada por más de 100 familias. Alienta a un grupo a tomar el control del predio. En medio de la discusión se arma una batalla campal. Vuelan golpes de pies y puños, piedras y palos. Luego que los grupos se han separado Juana demuestra su capacidad combativa y su inserción en los lenguajes del coa santiaguino: avanza frente a su grupo y dando la espalda a sus adversarios baja sus pantalones y calzones y les muestra su blanco trasero desnudo. Es el símbolo del “carapálida”, usado en las cárceles y el hampa en general para demostrar desprecio al adversario. De allí que en el municipio local ruegan para que no aparezca muy seguido.

Antecedentes judiciales: Juana Calfunao contra carabineros y también contra los mapuches.

Ahora la historia nos motiva a seguir buscando, siguiendo el manual del periodista, en todas las fuentes oficiales disponibles. La tarea es ardua pero la gente de provincia tiene un ánimo distinto por ayudar a la búsqueda de la verdad. Es así que nos encontramos en las Fiscalías de Temuco con varias causas en que coincinde el grupo con que actúa Juana Calfunao. En la Fiscalía Militar de Temuco aparece un proceso por maltrato de obra a carabineros con el Rol 89-2000. En esta aparece también su hijo y su pareja Antonio Cadín Huentelao. Aparentemente sendas negociaciones con autoridades de gobierno hicieron que la golpiza sufrida por carabineros de parte de estas personas haya quedado impune, obligando a carabineros a desistirse. Ello, a cambio de que el grupo “no moleste” a las autoridades con quejas sobre represión. Todo sea por la imagen del gobierno. El hecho no ocurrió en medio de una protesta ni movilización alguna y el carabinero fue golpeado a mansalva y reiteradamente. En la misma Fiscalía aparece otro proceso, actualmente en curso. Corresponde a uno de los hijos de Juana, Carlos Manuel González Calfunao, otra denuncia por maltrato de obra a carabineros (Rol 46-2002). Fuentes ligadas a tribunales hablan de un video de esta agresión, donde González propina al menos 60 golpes al carabinero luego de sustraerle su propio bastón policial. En el Ministerio Público, la fiscal Carmen Troncoso investiga otros hechos, tales como la agresión y amenazas de muerte a funcionarios públicos en el 2003, originada en una denuncia del propio Subdirector de CONADI Rubén Quilapi. Los hechos tendrían como origen el intento de Calfunao y Cadín de obligar a los funcionarios a extender un certificado ilegal para reconocer una directiva que no reunía la mayoría de los votos en la ya mencionada comunidad de Temulemu. (Rol 3-126904-5). Aparentemente, las prácticas de control extralegal de territorios no son exclusividad de las asociaciones delictuales de La Granja.
Extrañamente, algunas autoridades consideran a Juana Calfunao una importante dirigente o lonko. Sin embargo, al recorrer las casas del Título de Merced de la reducción Juan Paillalef en Cunco, respecto de la cual ella reclama liderazgo, encontramos que solo una casa, conformada por una persona mapuche y un no indígena, de un total de 20 casas, dice pertenecer a la comunidad de la que señala ser dirigente. Los demás, se encuentran afiliados a otra comunidad que posee el mismo nombre y que es presidida por una habitante del lugar.

Los protegidos del Intendente Celis. El hijo contra los mapuches.

El rastro de Juana y su grupo aparece ahora en otros lugares. En el hogar de estudiantes mapuche de Padre Las Casas, Novena Región, recuerdan con molestia la conducta de su hijo, quien, según dicen los dirigentes intentó mandar a sus compañeros sin lograrlo. Ello le trajo varias desavenencias que terminaron en agresiones y acusaciones mutuas de robo y narcotráfico. Finalmente, el hijo de Juana Calfunao aparece en la prensa como protegido del Intendente debido a que formaría parte de un grupo que “... está siendo maltratado por los dirigentes del Hogar porque no desean participar en las protestas.”... Por esta situación “...el Intendente de la Novena Región, Ricardo Celis, recurrió de protección en favor de seis estudiantes mapuches, que han solicitado apoyo de la autoridad ante la amenaza permanente de la que acusan, son victimas en el hogar mapuche de Padre las Casas, por no participar de los proceso de movilización del resto de los estudiantes” . La noticia, recogida por un diario electrónico local señala entre los protegidos a dos de los hijos de Juana Calfunao: Wuaikilaf Cadin Calfunao y Jorge Cadín Calfunao. Una rápida negociación y la entrega de varios “datos de interés” para el gobierno genera una beca de residencia para Wuaikilaf Cadín Calfunao y otras 5 personas. Ello implica una casa arrendada en Avenida Alemania de Temuco (sector residencial-comercial de clase alta, equivalente a Providencia en Santiago) y un primer depósito por trescientos mil pesos para cada uno (cerca de 800 dólares).

En el intertanto los estudiantes del hogar denuncian los mismos hechos como una campaña de ataque a los hogares y de un inocente intento por desarticular y desprestigiar la movilización mapuche. Así el 30 de abril de 2004, la Coordinadora de Hogares Mapuche en una crítica declaración pública a las comunidades mapuche y opinión regional, nacional e internacional, denuncia persecución política del Gobierno chileno a través de La Intendencia de la IX región y la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena CONADI, “que buscan “sacar a 6 estudiantes de los hogares mapuche” ofreciéndoles becas indígenas, becas de residencia, pago de aranceles de Universidad con el objeto de que estos hermanos estudiantes abandonen las dependencias de los hogares y entreguen información y hagan falsas opiniones de los hogares y así desprestigiar estos espacios de formación académica, cultural y de identidad mapuche.”

Al mismo tiempo, Adrián Huichalao, dirigente del Hogar Mapuche de Padre Las Casas y vicepresidente de su comunidad, señala en un medio mapuche que “a fines del año 2003 la directiva del hogar de Padre Las Casas sancionó la expulsión de un estudiante por no cumplir con los requisitos mínimos de permanencia en el recinto. Medida que -asegura el dirigente- se habría ajustado absolutamente a derecho.”...“Se trató del peñi Manuel Cadín Calfunao (el mismo Wuaikilaf Cadín), quién tenía graves problemas de convivencia, no cumplía con los requisitos académicos mínimos y además se daba el lujo de amenazar de muerte y atemorizar a la gente que le hacia notar su mal comportamiento. Ante esta situación, decidimos expulsarlo y lo hicimos con la facultad que nos otorga ser dirigentes elegidos por la asamblea del hogar”, nos cuenta Huichalao, quien además -y a pesar de su juventud- se desempeña como vicepresidente de su comunidad en la histórica zona de Purén.”

La división generada por Cadín o González es alimentada por la Intendencia y Mideplan al punto de que el 8 de enero de 2004 este denuncia ante Carabineros de Padre las Casas que sus compañeros de hogar roban dinero con tarjetas “clonadas”. El 8 de abril del mismo año, el expulsado presenta una denuncia (RUC 133157-7 Fiscalía de Temuco) contra sus compañeros de hogar Carlos Torres Manquian y Álvaro Pacheco Huaiqui, por lesiones, robo, amenazas de muerte e intentos de violación. Al mismo tiempo el escrito acusa a Pacheco de agresiones por “negarse a participar en desórdenes y protestas públicas” y a Torres de “tráfico de marihuana que trae desde Santiago, habiendo gente que llega a comprar al mismo Hogar”. La defensa de los demás miembros del Hogar señala que Torres y Pacheco sólo trataron de defender a sus compañeros de las agresiones de su acusador y que Cadín-González actúa como “el ladrón detrás del juez”, ya que este si sería conocido por su afición a las drogas denominadas blandas, como atestiguan en su defensa judicial sus ex compañeros de residencia estudiantil.

La muerte u homicidio de Basilio Coñuenao, otro caso relacionado con Juana Calfunao

En la familia de Basilio Coñuenao, calcinado en la casa de Cunco de Juana Calfunao el 26 de junio de 2004, y que genero una investigación con Fiscal Exclusivo y orden de no informar , tampoco hay ánimo de dar información alguna. Sólo reconocen con pena que el hombre estaba desaparecido desde hacía más de una semana cuando ocurrió el descubrimiento de sus restos. Quizá tendrá que ver con la dura expresión de Juana ante ellos, cuando señaló que mejor no se metan con ella porque “va a venir con un grupo a dejar la cagá con quienes quieran joderla”. En el pueblo de Cunco se cuenta que el hombre efectivamente recibía una pequeña pensión y que, dado su afición al alcohol, era invitado posterior a ello a casa de Calfunao para compartir sus recursos. Generalmente compartían los fines de semana Coñuenao, una hija de Juana y el cuidador de la casa y único sobreviviente. Algunas hipótesis que circulan en el lugar plantean que dada la explosiva personalidad de los huéspedes pueden haberse generado una riña doméstica en la que Coñuenao hubiese recibido un golpe sin intención mortal pero con efecto homicida. De allí que Juana no se mantuvo en el lugar para la fiesta tradicional de We Tripantu (solsticio) y que haya viajado rápidamente al norte a pesar de que había viajado especialmente para ello a Cunco, ya que meses atrás había desplazado sus enseres a Santiago. La mujer reconoce y justifica insistentemente a un diario del norte del país haber estado en el lugar y luego haber salido de improviso: “ “pensaron que se encontraba en casa, ya que nunca mencionó su viaje al Norte Grande. “La gente del sector esta diciendo que yo estaba allá, mientras que estaba en San Pedro de Atacama, me habían amenazado de muerte y sabía que me quemarían la casa, ellos pensaban que estaba ahí ya que de repente me vine para acá y pensaron que estábamos durmiendo debido a las festividades" ” Otro elemento que llama la atención de la Fiscal Regional de la Araucanía, Esmirna Vidal y de la policía es que ...“Si bien, el cuidador reconoce haber estado al interior de la vivienda la noche en que ocurrió el incendio y dice haber visto quemarse la casa, efectúa la denuncia nueve horas más tarde, lo que habría ocurrido por la distancia del retén y la intensa lluvia, sin embargo, no indica al momento de al denuncia, que había otra persona al interior de la casa, la que fue encontrada más tarde, calcinada entre los escombros en el sector de uno de los dormitorios de la casa” .

Extraño, ya que en todas las casas del sector existen fonos celulares con los que podría llamar a Carabineros, que a 900 mts existe una instalación de la Universidad Católica de Temuco, a 3 Km. un fundo con teléfono domiciliario y que el pueblo de Los Laureles se encuentra a escasos 8 Km. del lugar. También es extraño que el cuidador nada haya hecho para intentar rescatar al fallecido durante el incendio. Pensando en el “currículum” de la anfitriona, el auto atentado incendiario perpetrado por el resto de su grupo sería obvio. Las hijas del fallecido señalaron a la prensa local que su padre había sido asesinado pues era una persona ágil e inteligente que debería haber reaccionado a un incendio accidental. También expresaron su molestia con el levantamiento y estudio del cuerpo, ya que una parte de los restos quedaron esparcidos entre las cenizas. Los informes policiales concluyeron que tanto la muerte como el incendio no son provocados por agentes externos. Sin embargo ¿cómo puede concluirse esto si el cuerpo estaba totalmente calcinado y los restos esparcidos por el lugar? ¿cómo se determina la causa de muerte al estudiar sólo una sección del tronco que fue lo recogido por los investigadores en el lugar ? "El examen de autopsia de esta persona se produjo por intoxicación de monóxido de carbono. Es decir el informe descarta la acción de terceros respecto a la muerte". El investigador a cargo no responde aún al planteamiento de las hijas del fallecido respecto de que Coñuenao era un hombre ágil, es decir, que si hubiera estado en condiciones normales hubiese podido escapar . ¿ Si no murió por causa de terceros, qué le impedia escapar ?.

El carácter del grupo denota su dimensión para Investigaciones, ya que el “Laboratorio de Criminalística, Labocar, encontró enterrado en el lugar del incendio bombas lacrimógenas pertenecientes a Carabineros. Estas se encontraban enterradas y al parecer vencidas.” Cabe preguntarse para qué se guardaba ese material. Y contra quién se podría preparar su uso. Son preguntas que debe resolver el Fiscal Cristian Crisosto y cuya responsabilidad recae también en la Fiscal Regional Esmirna Vidal. Por supuesto mucho tiene que decir de su apoyo a este grupo el Intendente de la IXª Región Ricardo Celis y el Ministro de Planificación del gobierno de Ricardo Lagos, Andrés Palma.

Las noticias no se detienen sobre el tema. El 1 de julio, el diarioelgong.cl publica una defensa de Juana Calfunao y su marido, firmada por Claudio Escobar a nombre de un colectivo de nombre similar al del Consejo de Todas las Tierras (organización mapuche autonomista también llamada WallMapu), lo que generó la errónea impresión de que una organización mapuche solidarizaba con la mujer, lo que no ocurrió. Seguramente Escobar, un winka bien intencionado, desconoce que, a diferencia de lo que escribe desde la capital del país, y de acuerdo a nuestra investigación en terreno, nunca se ha visto un taller de teñido ni tejido en la supuesta comunidad de Calfunao, que nunca perdió un diente ni un hijo, y que si tiene algo que decir sobre la desaparición de su hija mayor, como mencionamos más arriba.

Aparece entonces no sólo una persona sino un pequeño grupo sin nombre conocido aún, claramente liderado por una persona que se coordina para presionar por recursos del estado, que acopia material con potencial disuasivo, que se enfrenta con estudiantes mapuches que protestan contra el gobierno, con carabineros, con otros funcionarios públicos. Un grupo que amenaza de muerte a varias personas según se acredita en distintos procesos. Por qué se apoya a este grupo por parte del gobierno. ¿ Por orden de quién y por qué CONADI, entidad fiscal, financia un vuelo aéreo para la mujer desde Calama hasta Temuco, la misma persona que, de acuerdo a la denuncia de la institución golpeó y amenazó de muerte a sus funcionarios en reiteradas ocasiones ? ¿son legales estos gastos ? Qué relación tiene la prohibición de informar con los recursos entregados a este grupo y las conversaciones que han generado estos apoyos. Cuál es el objetivo del plan que hace que un grupo de personas se inserte desde una población santiaguina en una comunidad mapuche. ¿Existe acopio de armas disuasivas y quizá de otras (en las familias aliadas con el grupo en Cunco, en Lumaco o en Santiago)?. Parece que el Fiscal Crisosto, si puede sustraerse a las presiones de quienes apoyarán a Juana Calfunao, se validará en este caso como un gran investigador. Acuerdos extrajudiciales pueden hacer sobreseer el caso nuevamente, igual que cuando agredieron a Carabineros u oscurecer los hechos con nuevas denuncias como en el caso de las agresiones a los estudiantes mapuches del hogar. La información del gobierno en el tema de la seguridad de las inversiones en la IXª Región de Chile no está saliendo barata en este caso. La justicia investigará y los periodistas haremos nuestro trabajo inspirados en los principios más caros de la profesión, a pesar del oscuro entorno.

Juan Curixewa@periodista.com
Santiago de Chile , 20 julio de 2004.

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